domingo, 6 de noviembre de 2011

Corriendo por Oporto

Ribiera y Puente Luiz I
Como cada año desde hace tres por estas fechas, en nuestro aniversario, Maribel prepara un viaje para los dos sin niños. Me dice el cuando pero no el donde nos vamos, hasta el día que partimos y lo planea todo muy bien.

Este año ha tocado Oporto, una ciudad muy recomendable de visitar donde se come muy bien y barato (el bacalao pero también las carnes y obligatorio visitar las confiterías), la gente es muy amable y la ciudad es bonita incluso en su decadencia (inmuebles céntricos abandonados), ideal para patearla a pesar de sus subidas y bajadas.

Por si acaso meto las bambas, un pantalón y una camiseta para salir a correr, si hay oportunidad algún día.

Al final salí a correr dos veces, la primera el viernes por la mañana, a la aventura y sin saber por donde me metía, sólo con la idea que me hice con Google Maps de correr por la Ribera del Duero.

Ribiera
http://connect.garmin.com/activity/126103806

Tenía más o menos claro por donde iba a bajar hasta la ribera y que el camino de vuelta sería el mismo.

Al bajar del Hotel veo que la mañana ha amanecido nublosa y que la gente ve muy abrigada y allí estoy yo, con mi pantalón corto, mi camiseta de manga corta, haciendo unos rápidos estiramientos para ponerme a correr rapido para no coger frío.

La bajada hasta la Ribera es 1,5 km de rápido descenso, demasiado, que te hace pensar en la vuelta, cuando lleves ya unos kilómetros de cansancio.

Llego al encuentro del Duero a la altura de la Iglesia de San Francisco.
Me pongo a su lado y me da la sensación que llevo el ritmo de sus aguas, que también corren al encuentro de su amigo el Atlántico.

Matosinhos
De vez en cuando voy cambiando de acera y me pongo a correr entre los railes del tranvía, aunque a esa hora hay que tener más cuidado de los coches que se meten en su ruta.

Son pocos los corredores que me encuentro y por lo que veo no están acostumbrados a saludarse. Tan solo uno responde a mi saludo, con el puño y el pulgar levantado en señal de OK.

Al poco rato veo al fondo cual va a ser mi punto de vuelta ese día, el Ponte da Arribada (al fondo en la segunda foto), aunque a medida que me acerco veo una pequeña construcción colgando del "muelle", sólo un poco más adelante y decido legar hasta ella.

El camino de vuelta es el mismo en el otro sentido y me vuelvo a cruzar con el mismo corredor que me saluda nuevamente con el puño cerrado y el pulgar levantado.

Subida del Funicular
En la siguiente salida, el domingo, repetí más o menos el trayecto, pero tirando un poco más hasta un mirador de aves que vi desde el autobus, en la visita del día anterior a Matosinhos. Un pueblo más moderno cercano a Oporto que me recordaba a los inicios de la Villa Olímpica de Barcelona, con fabricas y naves sustituidas por edificios largos que miran al mar.

http://connect.garmin.com/activity/126103818

También varié el final, subiendo por las escaleras que hay pegadas al Funicular dos Guindais, junto al muro y que empiezan a los pies del puente de Luis I. Estas ascienden hasta la el barrio de Bathala, donde está el Hotel en el que nos alojamos. Aunque finalmente más que subir corriendo las subo a paso rápido, ya que los escalones son cortos y poco uniformes.


PD1: dejo las rutas por si alguien decide ir a Oporto y mete sus bambas en la maleta. 
PD2: el primer viaje que hicimos fue a Doností y el fin de semana siguiente se celebraba la Behobia-San Sebastian. Este año vamos a Oporto y el fin de semana siguiente se corre su Maratón, mañana día 6. Finalmente: ¿coincidirá un viaje con una carrera en las mismas fechas algún año? (New York), por si lo lee Maribel ;-)

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